Y así como Dios creó al
hombre a imagen y semejanza suya, la neo lengua de Orwell fue diseñada para
moldear las necesidades ideológicas del socialismo inglés. Bajo esta concepción
seríamos víctimas de seres supremos encargados de inventar hombres y mujeres
bajo el dominio exclusivo de ciertas peculiaridades ideales concernientes a un
poderoso que impone modelos humanos vitales según sus exclusivas preferencias,
y de grupos sectarios que imponen una lengua determinada con el objetivo de
manipular e implementar tópicos de conductas que serían el móvil de
satisfacción de fines políticos, sociales y morales. Bajo esta neblina
ideológica somos espectadores de un mundo configurado de súbditos que obedecen
las consignas lingüísticas, mandatos y todo tipo de órdenes ontológicas de un
déspota rey, y por el otro, de dioses que proveen al hombre de una
idiosincrasia única e imposible de ser modificada por el solo hecho de poseer
el sello místico exclusivo del semidiós.
Primero y principal
tendríamos que ubicarnos y centrarnos en el lugar que nos corresponde, es
decir, el mundo que es terrenal, protagonizado por seres humanos y carente de
seres mitológicos o santificados además estos hombres y mujeres están arrojados
al mundo a la manera sartreana sin haberlo solicitado jamás; asertivos o en
desatino ellos ya se encuentran en él y querrán re-hacer su propio léxico sin
pautas ni referencias sino con el solo motivo de dar sentido a su propia
existencia.
George Orwell en su novela
1984 ha mostrado como la neo lengua oficial,
calculada hacia el año 2050, de un continente quería representar la configuración
de un mundo paralelo al de los habitantes de Oceanía impidiéndole la construcción y la toma de sus propias
palabras. La función de esta lengua que era “ama y señora” de léxicos
determinados para la censura de aquella población, era mostrar juegos perversos
sin alternativas para la adopción de un pensamiento singular con la única
función de serle fiel al entramado de la ideología socialista inglesa: “La finalidad de la neo lengua no era
aumentar sino disminuir el área de pensamiento, objetivo que podía conseguirse
reduciendo el número de palabras al mínimo indispensable” (Orwell: 316) La realidad deseada de la
neo lengua ,según sus pautas, era rigurosamente dictatorial sin capacidad de
crear una palabra de la boca de aquellos habitantes. La pura verdad estaba
manipulada por el socialismo inglés y a cargo de los autores de aquel léxico
ideológico.
Pero sí, hombres y
mujeres, caemos en este mundo contingente sin saber el porqué de nuestro
arribo tampoco tendríamos la certeza de
tener la sapiencia de cual o tal léxico
manejar. Es posible que, como
todo niño que llega al mundo, sus padres sean los encargados de enseñarle qué
lengua es la que adoptaría, es decir, la de su respectiva generación, pero
sería cruel obligarle a utilizar un determinado léxico durante toda su vida. De
esta forma estaríamos cortando sus libertades haciendo analogía a una de las reglas de la neo lengua: “Por ejemplo la palabra “libre” aún no
existía en neo lengua pero sólo se podía utilizar en afirmaciones como: “este
perro está libre de piojos” No se podía usar en su viejo sentido de
“políticamente libre” o “intelectualmente libre” ya que la libertad política e
intelectual ya no existían como conceptos y por lo tanto necesariamente no
tenían nombre. (Orwell: 318)
Richard Rorty en su texto:
“Ironía,
Contingencia y Solidaridad” nos da una
posibilidad aleatoria para transgredir aquel patrón que pretendería ser
universal: “El mundo puede hacer que
sostengamos demasiadas creencias, pero no puede proponernos un lenguaje para que
nosotros lo hablemos. Sólo otros seres humanos pueden hacerlo” (Rorthy: 26)
En 1984 el mundo propone un lenguaje y ese lenguaje, como dijimos
anteriormente, estaría representado por el socialismo inglés imponiéndoles
brutalmente creencias sobre determinados comportamientos morales. Una de las
creencias es la relacionada con la sexualidad de los habitantes de Oceanía: “Su vida sexual estaba totalmente regulada
por las dos palabras de neo lengua: “sexo crimen” (inmoralidad sexual) y “buen
sexo” (castidad). No habría necesidad de nombrarlos separadamente, ya que todos
eran igualmente culpables y merecían la muerte” (Orwell: 322) En esta línea los seres humanos no hablarían sino que
la única que tendría el derecho a ejercer la palabra y sobretodo a gritos sería
la ideología diciéndoles a los nativos cuáles serían los pertinentes y tamizados juegos de lenguajes
seleccionados para los habitantes de
Oceanía.
Uno de los principios de la neo lengua sostenía que esta era provisional y que
contenía palabras superfluas y formaciones arcaicas que más tarde se
suprimirían ¿No sería esta regla una forma de “acuchillar” las herramientas
para que a, los pobladores de Oceanía y de todo el planeta, les aniquilen el
baúl de los recuerdos los léxicos antiguos y eliminados? “Suprimir” es un verbo
violento que implicaría no volver a
recurrir al léxico de ayer por haberlo asesinado, más bien habría que resucitar
y mostrar todas las herramientas lexicales del pasado para que los hombres las re-ciclen, re-conviertan, y las re-instalen
a su gusto y placer.
El mundo en 1984 en el 2013 o en el 2050 habría que concebirlo
como un lugar confortable y no convertirlo en un Dios que nos diga con palabras
imperativas y a modo de gritos a viva voz
qué tendríamos que decir, cómo tendríamos que decirlo o cual serían los medios ideales para
transmitirlo, además deberíamos expulsar la idea del lenguaje como
representación de un mundo o mundos des divinizándolos y expulsándolos de su
altar teniendo en cuenta que estos se encuentran en nosotros con nuestros
léxicos alternativos.
Bibliografía
ü
Rorty Richard (1990): “Dificultades meta
filosóficas de la filosofía lingüística “en El Giro lingüístico, Barcelona, Paidós.
Pp. 47-133
ü
Rorty Richard (1994) “Cap. I, II, III y IV” en Ironía, Contingencia y
Solidaridad, Bs As, Paidós.
ü
Wittgenstein, Ludwig (2002): Investigaciones filosóficas (fragmentos
seleccionados por la cátedra). Editorial Crítica, México