Hacia una definición
genérica del corpus destinado al análisis.
Los discursos están
marcados por tipificaciones textuales convencionales conformados por un
conjunto de enunciados estables
denominados géneros discursivos. Las características
de estos géneros están signados por su heterogeneidad y alcance para atravesar las más diversas
prácticas y esferas sociales. (Bajtín, 1982:1)
El
corpus desplegado para nuestro análisis se clasifica en un género secundario, cargado de una compleja ideología partidaria
consignado en el tipo textual del discurso
publicitario.
Las
dos primeras publicidades acontecieron en una época histórica de gran
levantamiento popular, algunos analistas políticos señalan que fue el punto de
inflexión que llevó al coronel Juan Domingo Perón el 23 de Febrero de 1946 a su
primera presidencia.
Aquella
“propaganda” postulaba a un otro enemigo
el ex embajador de EE.UU Spruille Braden. Él arremetiendo una consigna
eliminatoria acusaba a Perón, manipulando los medios de comunicación
latinoamericana y norteamericana de la época, de establecer alianzas
nazi-facistas e intentaba frenar que
esas doctrinas invadieran la nación argentina así como también el continente
americano.
Tales
publicidades aparecieron en las portadas de los periódicos nacionales y otras
estaban disponibles en algunos lugares públicos (en un banco de la ciudad de Bs
As como lo demuestra una de nuestras publicidades analizadas).
El
segundo corpus se encuentra situado en los últimos meses del año 2014.
Nuevamente el gobierno de una líder popular, Cristina Fernández de Kirchner
estaría bajo la amenaza de una entidad financiera norteamericana llamada
coloquialmente fondos buitres que le
impedirían, por el capricho de un juez
senil de apellido Griesa, pagar la deuda externa al país generando
nuevamente la dicotomía imperialismo vs nacionalismo. Estas publicidades
aparecieron empapelando las calles de la ciudad de Buenos Aires en forma de
gigantografías y con una acentuada iconografía.
La
delimitación genérica nos plantea una problemática que trataremos de investigar
con la lectura de dos autores, primero
con el crítico ruso Bajtín y más recientemente con el crítico literario
Todorov. Con ambos intentaremos arribar
a una localización más específica relacionada
con el tipo de discurso al que pertenece el género publicitario e intentaremos
descubrir en qué ámbitos de la praxis discursiva se encontrarían diseminados.
Bajtín
plantea que los géneros son un conjunto de enunciados relativamente estables
ligados a una esfera social determinada. En las publicidades elegidas la esfera
social en las que se hallan prescriptas es la del espacio político.
Todorov
enuncia que la respuesta a la pregunta acerca de qué son los géneros discursivos es evidente, los géneros son clases de textos
(Todorov, 2012:4) La publicidad es una tipología textual que opera con ciertos
rasgos convencionales; su función textual es prototípica. Los géneros
publicitarios tratan de persuadir al enunciatario de la veracidad de su mensaje
y busca la posible adhesión e identificación de un grupo social determinado.
Detengámonos
en las prácticas discursivas. En las esferas sociales Bajtín dice que existen un amplio repertorio de géneros
discursivos inagotables que se diferencian y crecen a medida que se desarrolla
y se complica la esfera misma (Bajtín:6)
Entonces
¿en qué clase de género ubicaríamos a los periódicos en los cuales aparecieron
las dos primeras publicidades del corpus seleccionado? Podríamos suponer siguiendo
a Bajtín, que en los espacios sociales prevalecen ciertas formaciones
discursivas profesionales o cotidianas.
En este caso podemos establecer que el espacio
social correspondiente a estas publicidades pertenecen al ámbito del periodismo
con sus tipologías discursivas como: columnas de opinión, editoriales o historietas
de carácter cómico referidas a los candidatos postulados en un período
electoral entre otros.
De
esta manera la clasificación más genérica establecida en el comienzo del
análisis fue desplazada hacia una reflexión más compleja en donde las fronteras
concernientes a la división primaria/secundaria se ampliaron y fueron ocupadas
por otras referidas a los procesos humanos en los que los géneros discursivos
participan.
Todorov,
a su vez, allanó parte del camino genérico y señaló que aquellos tienen su origen, lisa y llanamente en el
discurso humano (Todorov:18). Asimismo el texto publicitario es parte de
una superposición de códigos verbales (textualidad) e iconográfico (imagen) que
comparten un mismo lugar discursivo desplegando de manera paralela múltiples
efectos de sentido. En consecuencia el discurso publicitario no estaría
divorciado de otros discursos sociales, como el político, específicamente en
estas publicidades.
Ø Braden o Perón- Griesa
o Cristina
Ningún discurso es inocente;
todos encierran estigmas ideológicos y son parte de dispositivos de poder que
encubren pistas ideológicas que deberían ser descubiertas por el analista
al descifrar puntos de vista sobre la
acción en la enunciación.
Por ello en este
análisis partiremos encontrando las marcas léxicas, sintácticas y semánticas
comunes a ambas publicidades para luego develar sus ocultas intenciones.
El denominador común
que comparte la publicidad peronista y Kirchnerista es la forma sintáctica del
nexo disyuntivo “o”: Braden o Perón es la disyuntiva del 24 de
febrero… O estas con Cristina o estas con los yanquis.
Desde el aspecto
gramatical el nexo disyuntivo “o” cumple la función de indicar una opción o
elección. O elegimos el imperialismo o elegimos el nacionalismo pero ¿realmente
en el discurso político el enunciatario tiene la libertad de elegir sin alguna
pérdida o costo específico? Para respondernos a esta pregunta Foucault nos es
de vital insumo para nuestro análisis.
Él autor supone que en toda sociedad la producción del discurso está a la vez controlada,
seleccionada y redistribuida por un cierto número de procedimientos que tienen
por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento
aleatorio y esquivar su pesada y terrible materialidad (Foucault,1970:19).
Braden o los yanquis
son el otro negativo, el otro temible que tiene el poder de mover los hilos del
peligro creando una atmósfera de temeridad. Lo verificamos explícitamente en
esta publicidad callejera en la que la enunciación instala el terror al
enunciatario: Griesa quiere tu casa, tu trabajo y tu comida.
Así, por medio de la
lexicalización de sustantivos comunes concernientes al campo semántico de la
cotidianeidad y mediante la enumeración sintáctica, el enunciador le advierte
al argentino medio trabajador de que si no toma conciencia patriótica ese
adversario arrasará con los bienes de primera necesidad que el gobierno de
turno les proveyó hasta el presente.
Los verbos en presente
del indicativo en segunda persona del singular que apuntan al juez con nombre
propio; advierten que hay un marco enunciativo narrativo o experiencial en la
que la enunciación cuenta lo que ese personaje trama hacer con las pertenencias
del pueblo, y en forma solapada, con las ganancias simbólicas de la década
ganada.
Ya pudimos anticipar el
mecanismo encubierto de la enunciación en ambas publicidades y la función
sintáctica que cumplió el nexo
disyuntivo “o”. En la enunciación no existe, paradójicamente la chance de
elegir entre una opción o alternativa entre patria o buitres entre Braden, el
yanqui o Perón, el coronel.
El presente es el
tiempo verbal en el cual, el argentino
deberá actuar tomando las riendas del
país que pertenece a todo aquel que habita, no que quiera habitar (como el
imperialismo) el suelo argentino.
Hay que eliminar la
opción incompatible con la patria, casi subversiva, que acecha a la clase
trabajadora y los empuja de la
casa-patria tomada y a los enemigos que cometieron el acto atroz. En el
pasado fue Braden y en el presente es Griesa.
El paralelismo lexical
y sintáctico del nexo disyuntivo más el verbo en presente del indicativo
refuerza la idea de pertenencia partidaria a la democracia persuadiendo al enunciatario,
mediante categorías imperativas, a tomar partido por Cristina porque si
abandona al gobierno tendría todas las de perder pero la enunciación, sin
embargo, alertó al destinatario los riesgos fatales que los yanquis traman
contra el argentino medio.
Ø Vote con conciencia de
argentino.
Braden
o Perón es la disyuntiva del 24 de febrero vote con conciencia de argentino que
no lo acusen mañana sus hijos. Desentrañar cuál es
el múltiple efecto de sentido que agita y vocifera este enunciado es el
análisis que perseguiremos a continuación.
Desde
el aspecto lexical la definición de la palabra disyunción refiere a la toma de decisión entre dos alternativas,
entre las cuales, hay una por optar y otra a descartar. Allí el componente
semántico cumple la misma operación que la modalidad sintáctica del nexo “o”
analizado anteriormente.
En
el enunciado el gentilicio es escrito con mayúscula. En la relación
interlocutiva el argentino es un protagonista que posee una conciencia
nacionalista que igualaría a la conciencia de clase de los obreros de la
revolución industrial. Allí la acción indiscutible que el enunciatario
argentino debe llevar a cabo es defender la patria, a través del sufragio, para
desterrarla de la presente intromisión imperialista. Ello requiere de una
misión épica para evitar que los futuros hijos de la nación no lo acusen
señaléticamente con el dedo por la irresponsabilidad de la que no debieran ser
parte.
La
modalización enunciativa está compuesta por los tiempos comentativos de la
enunciación discursiva. El presente del indicativo sitúa un hecho contemporáneo
que está aconteciendo y en el que hay
que actuar prontamente.
La disyuntiva es ahora, hay que sufragar para
sacar del juego del poder al adversario
que pone en peligro los bienes concretos y simbólicos de la nación argentina
territorio en donde habitarán la descendencia de la clase trabajadora y, por
tal motivo, el país tendrá que estar liberado para darles la bienvenida.
El
futuro indefinido del verbo condenen no es más que un presente
proyectado hacia el porvenir que implica prescripción, obligación y certeza
(Lozano. Peña Marín, 1982:3).La certeza es la patria, la obligación es tomar
conciencia de argentino mediante el sufragio para prescribir las órdenes
imperiales del temible Braden.
La
publicidad anterior alterna y dialoga con otros enunciados. Este es uno de los
rasgos pertenecientes a los mecanismos de la enunciación. La alteridad es
constitutiva del sentido que hace a la lengua funcionar y esa alteridad
alberga la memoria de los sentidos y de
la interdiscursividad.
Entonces
¿qué es la interdiscursividad. Nos pregunta el lingüista brasilero Guimarães. Él
responde que el interdiscurso se define
como una relación entre discursos que a su vez está constituido por los efectos
de la memoria y de lo presente (Guimarães,
1989:101).
Una
hipótesis analítica nos lleva a deducir que la frase Vote con conciencia de Argentino
pudo haber sido la posición interdiscursiva que Perón significó el día de la
proclamación de su candidatura el 18 de febrero de 1946… La disyuntiva en esta hora trascendental es ésta o Braden o Perón. Por
eso glosando la inmortal frase de Roque Sáenz Peña, digo: sepa el pueblo votar
(Poderti, 2013:89).La memoria histórica y la polifonía de otros enunciados
denotan en el discurso peronista ecos de
las relaciones interdiscursivas que aparecen en el seno de las relaciones
sociales.
Ud
votará en contra Braden….
y
un infinito número de corporaciones comandadas por aquél. La posición del
enunciador es la de un colectivo individual que opera como el jefe máximo de la
oposición antiperonista y es ideólogo de la unión democrática (nombre del
partido de la auténtica oposición electoral de Perón).
De
esta manera el destinatario no votará a un solo candidato el 24 de febrero sino
a una batahola de enemigos que
conspirarán un encubierto golpe de
estado a la patria.
Argentina que Nace con Perón (sin corrupción y
sin pobreza) nos remite a la anulación de toda la
política realizada en gobiernos anteriores. La Argentina para la enunciación es
un niño que nace sin una identidad propia y que el padre de la nueva patria
será el encargado de designarle.
El
primer acontecimiento que un padre le asigna a un hijo es la adopción de un
nombre propio. Nombrar fija identidades y relaciones y liga a esta nueva
criatura con la sociedad. El nacimiento de un niño es un acontecimiento
importante en sí mismo, pero el infante no tiene a su alcance el lenguaje u
otros sistemas de significación (AA.VV,1983:235) .En conclusión el nombre que
el coronel le dará a la nueva Argentina no será ni yanqui ni marxista sino peronista.
Ø Bibliografía
Ø AA.VV.
(1983) Lenguaje y control. FCE. México
Ø Bajtín,
M (1982): El problema de los géneros
discursivos en Estética de la
creación verbal. Siglo XXI editores,
Bs As
Ø Guimarães,
E (1989): Enunciação e História,
en Historia e Sentido na Linguagem (org) Pontes: Campiñas.
Ø Lozano,
J. Peña-Marín, C. y abril, G (1982).
Análisis del Discurso. Hacia una
Semiótica de la interacción Textual. Madrid, Cátedra.
Ø Poderti,
A (2013) Perón la construcción del mito
político (1943-1955). Universidad Nacional de la Plata. Facultad de
humanidades y Cs de la educación. Doctorado en historia.
Ø Sigal
S- Verón- E (2003) Perón o muerte.
Bs As. EUDEBA.
Ø Todorov,
Tzvetan (2012) El origen de los géneros
discursivos en Los géneros del discurso