“En mi corazón
España te miro y el
eco llevará de mi canción
a España en un suspiro"
Juan Antonio Álvarez
España te miro y el
eco llevará de mi canción
a España en un suspiro"
Juan Antonio Álvarez
En la siguiente monografía nos propondremos
poner en tensión la dicotomía
historia y narración en la novela
Soldados de Salamina (2001) del escritor
español Javier Cercas.Plantearemos algunos deslindes teóricos pertinentes para una propuesta de lectura de
la obra,sujeto al criterio de cada
lector que se sumerja en la complejidad que encierra la misma,y por ende estableceremos las
siguientes hipótesis de lectura.
Consideramos a la literatura como
el resonante de los segmentos
discursivos que provienen desde
otros discursos como la filosofía, la sociología y la historia y en ello
residiría su verdadera naturaleza: ser un receptáculo ideológico-discursivo de otros discursos
próximos y lejanos (Laboranti y Godoy,2005:14).
Siguiendo esta perspectiva la
novela de Javier Cercas operaría como una narración historiográfica en donde el
valor de lo literario y la imaginación son indispensables en la tarea de
historiar. Por tal motivo en Soldados de Salamina el
narrador-historiador Javier Cercas tendrá en cuenta 1) La intención del autor con el texto histórico: indagará
el contexto de la guerra civil y los acontecimientos que rodearon a Rafael Sánchez Mazas[1]
y 2) La relación entre la vida del autor con el texto: interrogará sobre la existencia real de Miralles el
posible soldado republicano que le perdonó la vida al soldado franquista Rafael
Sánchez Mazas (Laboranti y Godoy,2005:34)
En primer lugar la novela está
dividida en tres capítulos, el primero denominado “Los amigos del bosque” que
se refiere a la vuelta de la vocación de escritor por parte del periodista Javier Cercas a raíz de una entrevista a Rafael Sánchez
Ferlosio hijo del político e ideólogo de la falange franquista Rafael Sánchez
Mazas
En aquella éste le relata cómo su padre logró escapar del fusilamiento cuando un
soldado anónimo del bando republicano lo encañona y a último momento decide perdonarle
la vida. Esa anécdota será la materia prima y constituirá la obsesión de Javier
Cercas para la recolección de
testimonios que logren una mayor comprensión de ese episodio singular en la
vida de Mazas. El desencadenante fue una libreta de apuntes que Ferlosio le
entrega a Cercas en el cual lee tres nombres: Daniel Angelats y los hermanos
Pere y Joaquim Figueras bajo la denominación “Los amigos del bosque” que se
refiere al lugar donde estuvo refugiado Mazas cuando era perseguido por los
republicanos. En la entrevista con Angelats le dice a Cercas que a Sánchez
Mazas le hubiese gustado escribir un libro llamado Soldados de Salamina que retratara toda la historia que vivieron
juntos.
En la segunda parte Soldados de Salamina Javier Cercas narra
la biografía de Rafael Sánchez Mazas haciendo hincapié en los últimos tres años
de la guerra civil española y para fuentes fidedignas continúa con la serie de
entrevistas a historiadores, escritores, familiares y personajes que hubieran
convivido con Mazas,en ese período, para
constatar la existencia real del soldado que le perdonó la vida ya que él, como
veremos en los sucesivos análisis, no quiere escribir una novela sino una
historia real que constituya una mímesis de los acontecimientos concernientes
al falangista de la república de Franco.
Una de las piezas fundamentales
para servir a la empresa narrativa referencial
de Cercas fue el escritor chileno, exiliado durante muchos años en España,
Roberto Bolaño aquél en un diálogo informal le cuenta la historia de un tal
Miralles un miliciano comunista y miembro de la legión extranjera francesa que
durante ocho años luchó en las guerras que desbastaron a Europa. Cuando Bolaño
le dice que Miralles era fanático de la canción Suspiros de España la fuerza de su imaginación o de una conjetura
acertada lo lleva a deducir que él es realmente el soldado quién le concede un
último hálito de vida a Rafael Sánchez
Mazas.
En la tercera y última parte
llamada Cita en Stockon Javier Cercas inicia la
búsqueda de Miralles. El enclave geográfico para su localización, según Bolaño,
reside en Dijon (o Stockton símbolo de la ciudad de los fracasados para el
propio Miralles y Bolaño). Miralles niega conocer a Rafael Sánchez Mazas pero
el conocimiento de la personalidad y convicción de esa persona verídica lo
convierte en parte de su historia; y así Javier Cercas, ve por primera vez
acabada su libro con Miralles en la centralidad de la trama.
Resuelta la presentación de la
síntesis argumental de la novela Soldados
de Salamina procederemos a la presentación del primer deslinde teórico.
Rafael Sanchez Mazas fue una figura histórica real clave en el entramado de la ideología
franquista; además de ser escritor y poeta: “Aunque sólo publicó un libro de poemas
en vida, es posible que Sánchez Mazas se sintiera siempre un poeta, sus
contemporáneos, sin embargo, lo conocieron ante todo como un autor de crónicas,
de artículos y de novelas y sobre todo como político “ (pág.78) fundó el
semanario “El fascio” que supuso el primer encuentro de las distintas
tendencias nacionalsindicalistas que acabarían construyendo la falange[2].
El punto de inflexión que convierte
a Soldados de Salamina en una obra
novelesca y ficcional es la narración épica y casi mítica del
soldado que lo miró a los ojos y le perdonó la vida a Sanchez Mazas.Para
desentrañar este punto necesitamos del aporte de Greimas en su libro “Del Sentido II”.Según el autor lo verosímil:“Parece poder
definirse como una referencia evaluante que el discurso proyecta fuera de sí
mismo y que enfoca una cierta realidad o más bien una cierta concepción de la
realidad.”
El Falangismo existió, los
personajes mencionados también y la
guerra civil española es un episodio clave de la historia de la humanidad. Este
criterio de similitud es aplicable a un género literario cuyas fronteras son
tan difíciles de cruzar ya que, como dijimos, en Soldados de Salamina vocifera un discurso histórico, político,
testimonial difícil de identificar en una corriente genérica en particular.Y
aquella es la causa para intentar definir a la obra en términos de narración.
La narración categoría que
engloba la ficción, en este caso,el soldado que lo miró y dejó ir a
Rafael Sanchez Mazas y la no –ficción que es el episodio histórico de la guerra
civil y la figura de Rafael Sanchez
ideólogo de la falange franquista (22,2004:4)La historiografía como
narración, término dispuesto a la interpretación por el teórico Hayden White,
es visto como un modelo del discurso humanista, el único capaz de representar
la variedad, la vivacidad, la particularidad y la indeterminación de las
acciones específicamente humanas ( Withe,2010:55).
El perdón de la vida de un soldado
republicano a otro nacional franquista es la muestra humanizada de las acciones
heroicas. La particularidad de la mirada de ambos advierte la grandeza de la
historia narrada en virtudes : “El soldado lo está mirando, Sánchez Mazas
también, pero sus ojos deteriorados no entienden lo que ven… la mirada del
soldado no expresa compasión ni odio, ni siquiera desdén, sino una especie de
secreta o insondable alegría, algo que linda con la crueldad y se resiste a la
razón… algo que elude a las palabras como el agua del arroyo elude a la piedra
y que grita con fuerza al aire sin dejar de mirarlo:- ¡Aquí no hay nadie! Luego
da media vuelta y se va “(Cercas,2001:102)
Lo narrativo, en este fragmento,
toca lo esencial en el hombre. El relato brinda por un lado un componente
imaginativo y por el otro expresa el elemento
verdadero que alberga el ser humano: “Por lo cierto es que tardé todavía algún
tiempo en terminar de reconstruir la historia que quería contar y en llegar a
conocer, sino todos y cada uno de sus entresijos, si por lo menos los que
juzgaba esenciales”. (2001:67)
Haciendo un aparte, pero no
alejándonos de las hipótesis de lectura de la novela en cuestión, abordaremos
un tópico común que invade el pensamiento de Javier Cercas. Él quiere
transformar ese episodio significativo de la vida de Sánchez Mazas en un relato
real:-“¿Qué piensas hacer con esto?-Nada- Aguirre me miró con sus ojos
pequeños, nerviosos, inteligentes- Creía que estabas pensando escribir una
novela- Yo ya no escribo novelas-dije- Además, esto no es una novela, sino una
historia real”(2001:35)
Y en una entrevista con Figueras
continúa con la evaluación en torno a la verosimilitud de su emprendimiento
narrativo:- ¿Es verdad que va a usted a escribir sobre mi padre y sobre Sanchez
Mazas?- Me espetó- “Un relato real” pensé, pero no lo dije. “Eso es lo que voy
a escribir”(2001:51)
Paul Ricoeur establecerá una lógica
del relato, según la cual, la trama es el nivel apropiado para que se produzca
la intersección entre la ficción y el relato verdadero (Ricoeur,1999:159).Una
de las condiciones para narrar consiste en que una acción se desarrolle en tres
fases. Una situación que abre una posibilidad: la entrevista de Cercas con
Rafael Sanchez Ferlosio que permite la actualización de la historia de la
salvación de su fusilamiento en manos de un republicano y el desenlace que le
permitirá la búsqueda del posible salvador de Sanchez Mazas, el soldado
Miralles, que cerrará el rompecabezas argumental de su relato real (1995:162)
Para llevar a cabo la construcción
del relato real será necesario construir una trama, es decir, una “buena forma”
que sea al mismo tiempo secuencial y configurativa que no constituya parte de
la lógica de las posibilidades narrativas (1999:65).
La trama y la forma para Javier
Cercas fueron todos esos hombres que entregaron su vida en la guerra: “muertos,
muertos, muertos” (2001:6) también los
amigos del bosque, los jóvenes
latinoamericanos y Bolaño: “pero sobre
todo de Sanchez Mazas y de ese pelotón de soldados que a última hora siempre ha
salvado la civilización”
El leiv motiv que cerrará su narración será incorporar a la trama el
Miralles real que, vaya paradoja, solo existió en su imaginación: “Vi mi libro
entero y verdadero, mi relato real completo, y supe hasta el final un final en
el que un viejo periodista fracasado y feliz fuma y bebe…. Mientras piensa en
un hombre acabado que tuvo el coraje y el instinto de la virtud…. En un hombre
que fue limpio y valiente y en el libro hipotético lo resucitará” (2001:37)
Herman Parret en su ensayo “Contar” escribe que el relato no es
ficción, en cuanto la ficción se refiere solamente a mundos posibles: en efecto
es bastante paradójico afirmar que se puede “mentir” que existe lo “falso en el
lenguaje” por medio de un discurso de ficción (Parret,1994:73).
En el mundo posible del periodista
devenido en escritor Javier Cercas era factible que Miralles fuese el soldado
salvador de Sánchez Mazas: (…) “ Pensaba en Miralles, al que pronto no vería
nunca; pensaba en un único encuentro conjetural, sesenta años atrás, a casi mil
kilómetros de distancia… pensaba que pronto sabría si Miralles era el soldado
de Líster que salvó a Sánchez Mazas, y que sabría también qué pensó al mirarle
a los ojos y por qué lo salvó, y que entonces tal vez comprendería por fin un
secreto esencial” (2001:178)
Por un lado si concebimos a Soldados de Salamina como una narración
historiográfica tenemos que fundamentar
la hipótesis que la sostiene. Laboranti y Godoy nos dicen que la historiografía
trae aparejada el problema de lo ficcional que se ocupa de lo posible y el de
la historia que se ocupa de lo real (2005:15). Una primera propuesta acerca de
lo ficticio ya fue deslindada y a continuaciónnos ocuparemos de descifrar qué
es lo real.
Volviendo a Paul Ricoeur la
historia consiste en llevar a cabo una indagación una Inquiry. Su intencionalidad específica reside en dicha indagación
(1995:179). Cercas en su oficio de periodista recoge entrevistas y testimonios
orales de quiénes formaron parte del círculo íntimo de Sánchez Mazas (Ferlosio,
Angelats, Pere) ya que todo el primer capítulo de la obra consiste en la
consulta de diversas fuentes: “Aquello fue un tira y afloja agotador y no fue
hasta la última cerveza de aquella tarde cuando Ferlosio contó la historia del
fusilamiento de su padre, la historia que me ha tenido en vilo durante los dos
últimos años” (2001:17)
Javier Cercas a lo largo de la obra
consulta todas las publicaciones de Sánchez Mazas: (…) En 1986 se publicaron sus poesías completas (2001:20).
Figueras, uno de los hijos de los compañeros de Sánchez Mazas le entregó a
Cercas una especie de diario personal: “ -¿Qué es esto? Pregunté. El diario que
llevó Sánchez Mazas mientras anduvo huido por el bosque-contestó Figueras.
Quédese con él, pero no me lo pierda” (2001:53),y
en ese itinerario de exilio, Cercas dio con la dirección de los amigos del
bosque: “lo releí varias veces tratando de dotar de un sentido coherente a
aquellas anotaciones dispersas, y de ensamblarlas con los hechos que yo conocía”
(2001:58).
El archivo es una característica
por excelencia de la historia pero agrega un juego que concierne a la ficción
literaria: se divierte con el tiempo, con la distancia, la perspectiva o con la
voz. En una cena con su novia Conchi, Cercas le explica a ella el error de
perspectiva que había cometido al escribir Soldados
de Salamina y le asegura que Miralles (o alguien como Miralles) era
justamente la pieza que le faltaba para que el mecanismo del libro funcionara.
Ante la imposibilidad de encontrar a esa
persona y arriesgarse a escribir una biografía de Rafael Sánchez Mazas que no encajaba en su expectativa como
escritor llama por teléfono a Roberto Bolaño y este le dice: -“Tendrás que inventártela-dijo- ¿Qué
cosa?- La entrevista con Miralles es la única forma de terminar la novela”( 2001:167).
Sucesivamente la historia
biográfica de Sánchez Mazas se confunde cada vez más con la ficción cuando
Roberto Bolaño,en su primera entrevista con Javier Cercas, le cuenta la historia
de un tal Miralles: (…)
- “Fue allí entre tazas de té y gin
tonics, donde me contó la historia de Miralles recuerdo que habló con un
entusiasmo inflexible, poniendo a disposición del relato toda su erudición
militar e histórica, que era abrumadora pero no siempre exacta, porque más
tarde cuando consulté varios libros sobre las operaciones militares de la
Guerra Civil y la segunda guerra mundial, descubrí que algunas de las fechas y
nombres y circunstancias habían sido modificados por su imaginación o su
memoria. El relato, sin embargo, no sólo era verosímil, sino también, en la
mayoría de sus pormenores fiel a los hechos”(2001:151).
Las modalidades de la historia
corresponden a los mecanismos del archivo, la indagación y la sobre abundancia
de lo real y por consecuente este discurso histórico elimina los efectos de la
ficción pero lo hace convivir en una delgada línea pendular.
Javier Cercas se opuso a un relato
ficticio. Él aboga por la escritura de un relato real y lo venía pergeñando
desde el comienzo en que escuchó el testimonio oral del fallido fusilamiento de
Sánchez Mazas.
Paradójicamente la narración historiográfica del ideólogo del partido político con insignia fascista lo
llevó a bucear en la figura del soldado republicano y comunista que le salvó la
vida al primero que lo miró a los ojos y tuvo compasión a la manera de los
hombres que dan la vida por la humanidad.
Fue tal el llamado interno de la
anécdota mítica que sin quererlo la inventó en su imaginación a través de la
entrevista con Roberto Bolaño. El soldado Miralles, que según el chileno era un
francés y desertor comunista fue el que lo impulsó a crear el relato de los
mundos posibles; la principal posibilidad de que aquél sea el soldado que
impidió el fusilamiento a Sánchez Mazas:
“- ¡Chucha, Javier! Exclamó Bolaño-
Ahí tienes una novela cojonuda. Ya sabía yo que estabas escribiendo- No estoy
escribiendo- contradictoriamente añadí- Y no es una novela es una historia con
hechos y personajes reales. Un relato real.- Da lo mismo- replicó Bolaño- todos
los buenos relatos son relatos reales, por lo menos para quién los lee, que es
el único que cuenta” (2001:164)
La propuesta teórica de Soldados
de Salamina fue ofrecida al lector con la misión de recorrerla de manera
pendular teniendo la capacidad de asirla
a través de variopintos atajos y sugerida por uno de los escritores más
excelsos que dieron nacimiento a la literatura hispanoamericana contemporánea.
Bibliografía
v CERCAS,
Javier (2001): “Soldados de Salamina”
Bs As.Tusquets
v GODOY,
C y LABORANTI, MI. (Comps) (2005): Historia
y Ficción. Rosario: Unive. Nac. De Rosario,11-55
v GREIMAS,
AJ (1989): “El contrato de veridicción” en Del sentido II. Madrid: Gredos,119-131.
v PARRET,H
(1995): “Contar” en De la Semiótica a la
Estética. Bs As: Edicial.55-79
v RICOEUR,P
(1999): “Relato histórico y relato de ficción” en Historia y Narratividad. Barcelona: Paidós. 157-182
v WHITE,H(2005):
“Teoría literaria y Escritura de la Historia” en Historia y Ficción,op.cit.57-95
[1]Rafael
Sanchéz Mazas nació en Coria, España el 18 de Febrero de 1894 y murió en
Madrid, el 18 de octubre de 1966 fue un periodista, novelista ,escritor y
ensayista miembro fundador de la falange española y ministro del segundo
gobierno nacional de España (1939-1941) inventor del grito ritual ¡Arriba
España! En 1945 publicó Pequeñas memorias
de Tarín. Escribió en la revista Bilbaína
Hermes y en los diarios ABC, El Sol y El Pueblo Vasco y en 1921
estuvo en Marruecos como corresponsal de El PuebloVasco y en 1922 en Roma trabajando para ABC. Vivió en Italia siete años y se
casó con Liliana Ferlosio. Regresó a España en 1929. Fue consejero de José
Antonio Primo de Rivera ideólogo y propagandista de Falange Española. En
febrero de 1933 colaboró en la fundación del seminario El Fascio que fue inmediatamente prohibido.
[2]La
Falange Española fue un partido español fundado el 29 de octubre de 1933 por
José Antonio Primo de Rivera, en oposición a la República Española. Aún así hay
que tener en cuenta que la falange no contemplaba, entre otros puntos, el poder
de la iglesia católica como poder de Estado. Los dos puntos anteriores entre
otros puntos revolucionarios lo oponen directamente al estado franquista y las
organizaciones políticas ligadas a esto.