Me propuse como punto de
partida del siguiente ensayo el tema del amor
cortés en las letras castellanas por un disparador que me
ha surgido de una de las reglas de Ovidio
en su “Arte de amar” (escrito en latín que seguramente, ha servido
como fuente de sus contemporáneos castellanos para retratar el tópico del amor y sus artes y que ha sido un maestro de la materia para la época) la misma versaba así: “El
amor es cruel, y a menudo experimenté su enojo, pero es un niño de corta edad
fácil de dirigir” y a partir de ella he recordado los padecimientos que
han causado las iras del amor a más de un ser humano y que no la pudieron
controlar porque no supieron las estrategias ni aprendido de manera correcta su
arte.
Esta curiosidad me ha llevado a investigar si, en la literatura castellana,el caballero y la dama de la edad media han sabido manejar los obstáculos que el amor acarrea en los corazones de seres frágiles y enamoradizos; y sí este amor cortés, pudo ayudar a los enamorados castellanos a seguir sus preceptos y reglas para así crear un vínculo de amor duradero que tuviese una continuación y final feliz.
Esta curiosidad me ha llevado a investigar si, en la literatura castellana,el caballero y la dama de la edad media han sabido manejar los obstáculos que el amor acarrea en los corazones de seres frágiles y enamoradizos; y sí este amor cortés, pudo ayudar a los enamorados castellanos a seguir sus preceptos y reglas para así crear un vínculo de amor duradero que tuviese una continuación y final feliz.
Por tal motivo,en los
siguientes apartados, desarrollaré el concepto de amor cortesano en el siglo XII su retroceso y bajada de línea debido a
su condición profana en una época de ferviente religiosidad; su nuevo paradigma
del siglo XIII al XV pre-renacentista (tomando como ejemplos las obras del buen amor de Juan Ruíz y La Celestina de
Rojas), luego seguiré con las paradojas del exceso de amor cortés, sus
consecuencias, el motivo por el cual se omitió el matrimonio en La Celestina y describiré los cambios sociales que se dieron en el
siglo XV cambiante y propicio para que este amor cortés se deslice en un terreno sin inconvenientes.
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