"Es difícil crear ideas y fácil crear palabras
de allí el éxito de los filósofos"
André Mauris
de allí el éxito de los filósofos"
André Mauris
El momento de escribir.... las horas de las decisiones,mezcla inconexa de sensaciones: temor al error, a la incorrecta manipulación teórica, el miedo a las críticas: miradas objetivas cargadas de ilustración académica idónea al tema seleccionado.
En ese momento ese acto tan propio e individual de tomar una lapicera y una hoja se ve abarrotado de signos de interrogación que contiene diversas objeciones tales como: ¿Qué estilo de escritura será el adecuado y el correcto? ¿Resurgirán adecuadamente las ideas en el preciso momento? ¿Cometeré la falta ética de autora al someter a mis futuros destinatarios en un laberinto de palabras sin salida? y la pregunta crucial (que espero que sea la misma para aquellos escritores pre-académicos que se inician en el maravilloso viaje sin retorno de la escritura, es decir,los novatos como yo) será :¿Tendré el don preciado de la originalidad? ¿Mi producción será única ,irrepetible y premiada por una futura crítica?.
Allí se desprende el disparador, motivo por el cual, se basará este artículo- ensayo. En el despliegue de estas líneas trataré de responder ese gran interrogante que tantas cavilaciones me ha inspirado en este umbral académico de la carrera de letras; en el último ciclo, a fin de año, donde todo, se supone, que está asimilado procedimentalmente: los textos, los autores, las teorías y sólo quedan a modo de conclusión los exámenes finales (aquellos en los que el profesor en algunas instancias controla que el alumno haya incorporado correctamente todo el saber académico y el profesor colabora como una especie de supervisor teórico).
Esta reflexión: ¿le dará un visto afirmativo a la frase tan iterada que ronda el lenguaje coloquial referida a qué aquellos últimos serán los primeros?¡ Descubrámoslo!
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