El horizonte en blanco
supuestas expectativas que trazar
borradas por lo prístino
de la transvida hoy vacía.
¿Qué esperar de lo transparente?
Como los ojos cerrados
es la paradoja de la oscuridad,
sombras del infierno de las noches.
Virgilio muere en el punto
más oscuro del nocturno.
Muere, pero recobra aliento
al recuperar glorias literarias encontradas
pero perdidas por el transcurso de los días.
¡Atrás, muy atrás quedó la poesía heróica!
¡Ahora es épico sobrevivir un instante aquel pasado!
Virgilio amanece, en el destello
más claroscuro del crepúsculo.
¿Qué esperar de las tinieblas?
como los ojos miopes es la paradoja de la visión cristalina
ciega confusión de la permanencia.
En el subsuelo del averno
se ahogaron las ánimas
revividas por Virgilio
pero que en unas horas
las conocerá en persona.
Virgilio entristece, ahogado
en la lágrima más profunda.
¿Qué esperar del cielo?
Nada; sólo empezar de nuevo
Siendo un nonato sin recuerdos.
Virgilio nace en el recinto
más apacible en el cual el hombre
ha podido regocijarse.
Virgilio sufre,
por que de ahora a un siglo
será nostalgia.
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